Hoy estaba siendo un día normal como cualquier otro, quién iba a pensar que me iba a deparar una sorpresa tan bonita.
Iba por la calle andando cuando he visto un pequeño gatito negro monísimo con un señor, entonces he pensado que era suyo y no le he dado mayor importancia. Sin embargo al volver un rato después por el mismo camino, me he vuelto a encontrar al gatito solo y he estado jugando con él, entonces ha vuelto a pasar el hombre y me ha dicho que no era suyo, que llevaba en la calle 1 mes y al mirarle he visto que estaba constipado con moquitos y los ojos llorosos, así que sin dudarlo le he cogido y me lo he llevado a casa.
Allí le he dado un poquito de comida y agua, y por la tarde nos hemos ido al veterinario. Nos ha atendido un veterinario muy majo llamado Jorge que le ha desparasitado y le ha dado pastillas para el constipado. Además también nos ha confirmado que era macho (no lo teníamos muy claro jeje), así que hemos decidido llamarle Bender (si hubiera sido hembra se hubiera llamado Lila). Aunque luego pensé que le podía haber llamado “Moquete” porque ha estado todo el día estornudando y moqueando.
Tras esto hemos ido a una tienda de animales a comprarle todo lo necesario, una camita, un transportín, comida para cachorros y alguna cosilla más. Le llevaba yo en brazos y todo el mundo se paraba a decirle cositas porque es una monada como podéis ver en las fotos.
Y después de este periplo hemos vuelto a casa y ya le hemos acomodado en su camita, donde ha estado durmiendo hasta hace un momento.
Ahora está jugando y no para de corretear por la casa jugando con su ratoncito y con un amigo imaginario :P