Ayer Domingo de Resurrección, se celebró el Día de los Peleles en Yepes. El pelele es un muñeco de trapo, del tamaño de una persona adulta, para cuya confección se emplean ropas viejas usadas. En otros tiempos se rellenaban de paja, pero ese material se ha sustituido por papel o poliespan.
(El pelele (1791 - 1792) es un cartón para tapiz de Francisco de Goya)
Al pelele se le dota de cabeza, cara, manos y pies (antes el rostro se elaboraba con un escobón y se le pintaba con tizones de los fogones). Se le viste elegantemente y es habitual que lleve al cuello un collar de cáscaras de huevos. En sus orígenes, los yeperos representaban en este muñeco la figura de Judas, pero en la actualidad se hace mofa de cualquier personaje público.
El pelele se elabora el Sábado de Gloria y se cuelga la madrugada del Domingo de Resurrección en ventanas y balcones con rótulos en los que se llegan a escribir coplas o poemas para contar su historia. Durante la mañana del domingo las mujeres permanecen vigilantes, pues los mozos pretenderán, con la ayuda de largas cañas armadas con navajas y hoces, descolgarlos y romperlos antes de su hora. Por la tarde, después de la procesión del Resucitado, los peleles son descolgados para ser manteados en la plaza Mayor en medio de canciones provocativas entre chicas y chicos, quienes intentarán robar el muñeco para destrozarlo. (Sacado de ABC 16/04/2006)
La mujer del pelele
es legañosa,
y el pelele le dice:
Cara de rosa.
Arriba pelele.
tu madre te quiere,
tu padre también,
toditos te queremos
¡arriba con él!
Son cuadrillas que se reúnen por barrios, y como dice un hombre de noventa años: «Así lo hacían mis abuelos, que me contaron que fue herencia de sus mayores».
El pelele está malo,
qué le daremos,
agua de caracoles,
que cría cuernos.
El pobre pelele
no tiene reloj,
porque se lo ha
quitado un salteador.
Se crea un juego erótico en torno al muñeco. Las mujeres lo hacen subir por los aires; los hombre intentan arrebatárselo para destruirlo. Si éstos no se atreven, los incitan:
En este pueblo no hay hombres,
y si los hay, no los veo,
estarán en los corrales
barriendo los gallineros.
Si se acercan demasiado, los echan:
Fuera burros, fuera burros,
que aquí no se vende paja,
que lo que se vende aquí
son unas buenas muchachas.
Al final de forcejeo, el pelele pasa a manos de los hombres, que lo rajan, lo destripan. Lo matan.
Si queréis el pelele,
nos tenéis que dar
una arroba de vino
pa la limoná.
El suelo queda regado de paja, entraña y esencia del muñeco, y jirones de las ropas viejas que sirvieron para darle aspecto exterior. Sobre estos restos, se bailan jotas, ya las parejas hechas. Si el viento sopla un poco, las pajuelas saltan y dejan dorados los contornos de la plaza. (Sacado de Revista de Folklore)
Por la tarde, después del manteo de los peleles, es tradición ir al campo con los amigos a comer hornazo, os pongo un enlace para conocer la gastronomía de Yepes.
(Pincha en la imagen para visitar la web de Yepes)
P.D. Las fotos de gente manteando el pelele que he puesto son algo antiguas, seguramente serán de los 80, las he sacado (bueno, me las envió mi hermana) de unos libros que tenemos en casa, así que… si algún yepero/a tiene algún video del manteo de los peleles o fotos agradecería que me lo mandara a mi correo electrónico la dirección es: davidpardomoya@hotmail.com
Info sacada de:
ABC
Revista de Folklore
5 Comentarios:
Que bonita entrada David!
No conocía esa tradición,
Espero que hayas disfrutado tu semana santa!
Bss,
:D
Me encantó la historia del Pelele, ya me di una vuelta por Yepes, hay cosas muy lindas, y de la gastronomía, mejor no hablamos, ummm, que rico sonaba todo. Besitos.
Vaya! Que tradición más interesante de verdad, se parece mucho a la quema del año viejo que se hace aquí en México (una ligera similitud). Un muñeco hecho de trapos, se le hace una cara de anciano y se le pone un sombrero, se llena de más trapos y fuegos artificiales y se sienta afuera de las casas o en medio de las calles, a las 12 en punto se quema representando el año viejo que se va.
¿Curiosas tradiciones no?
Besos!
Querido Diego, estas tradiciones que pasan de generación en generación son muy ricas e importantes para mantener la identidad de los lugares. A veces con la modernidad y crecimiento de las ciudades estos toques pintorezcos se pierden. Me parece estupendo que los des a conocer.
Un beso amigo
Interesante expresion de la cultura popular. Saludos mexicanos
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